Nuevamente #SoyYincanera nos brinda la oportunidad de leer
la última novela de José Zoilo Hernández, Lordemano. Quien se haya pasado por
este humilde blog sabrá que se trata de un escritor del que soy zoilofanática,
la más incondicional de todas sus fans, por razones obvias y que por muy altas
que tenga mis expectativas con respecto a sus novelas, siempre las supera. Esta
es la tercera novela que leo de él y ya mismo cruzo los dedos para que la
inspiración no le abandone nunca para mayor satisfacción.
Título: Lordemano
Autor: José Zoilo Hernández
Núm. de páginas: 590
Editorial: Ediciones B
Encuadernación: Tapa dura con sobrecubierta
ISBN: 978-84-666-703-19
Año de edición: 2021
José Zoilo Hernández (Tenerife, 1977) es un biólogo de profesión que trabaja en el ámbito de la agricultura y el desarrollo rural. Aunque su labor profesional ha discurrido por el campo de las ciencias, es un auténtico apasionado de la Historia desde muy temprana edad.
Su primera novela El alano, fue galardonada con el premio
de Novela Histórica de Pozuelo de Alarcón y quedó finalista del Premio Ciudad
de Úbeda. Con ella inició la trilogía épica Las cenizas de Hispania, una
apasionante recreación de la Hispania tardorromana que continuó con Niebla y
acero y concluyó con El Dux del fin del mundo. Esta trilogía lo ha consagrado
como una de las nuevas voces más importantes del panorama de la novela
histórica nacional. En 2020 publicó El
nombre de Dios y cosechó un gran éxito de crítica.
UN JOVEN EDUCADO PARA REGIR EL DESTINO DE LOS SUYOS
Siglo IX. Hrolf Ragnallson ha dejado atrás su Noruega natal
y ante el ocaso de su padre, como primogénito, será el encargado de capitanear
el Águila de las Tormentas y dirigir a sus hombres hacia otras costas, con la
esperanza de obtener fortuna y renombre.
UN VIAJE A LA PENÍNSULA EN UN SIGLO CONVULSO
Atraída por las legendarias riquezas de al-Ándalus, la gran
flota vikinga pone sus miras en la península y arriban a Galicia. Confían en
saquear cuanto encuentren a su paso sin dificultad, pero ignoran que Ramiro, el
rey asturiano, ha decidido presentar batalla.
SOLO UN VIKINGO PUEDE SER LIBRE MÁS ALLÁ DE SUS FRONTERAS
Cuando el ejército vikingo es derrotado, Hrolf se convierte
en un esclavo al que otorgan el nombre de «lordemano». A partir de entonces
deberá sobrevivir en este territorio de cultura extraña, en una aventura en la
que las guerras, las traiciones inesperadas y las pasiones imposibles serán
únicamente el comienzo de su lucha por la libertad, la venganza y el amor.
Lordemano está primorosamente presentada: en tapa dura, con
una sobrecubierta muy visual en la que en aparece en primer plano un drakar,
aquellas embarcaciones usadas por escandinavos y vikingos allá por los siglos
VIII y XI, tanto en sus expediciones guerreras tanto en el mar como en el
interior y que fueron la mayor muestra de su poderío militar.
Antes de comenzar la lectura, nos encontramos con una
relación de “topónimos” muy útil, más que nada para ubicarnos por los
territorios en los que nuestros protagonistas se moverán. A continuación, el autor nos ofrece un
“Glosario de términos”, igualmente práctico y de gran ayuda para una mejor
comprensión. Por último, tenemos una completa relación de los personajes que
intervienen en la trama de una novela, por orden de aparición y señalados con
un asterisco los personajes reales e históricos. Después, nos encontramos con
el prólogo, apenas cinco páginas que nos introducen en la trama, que está
estructurada en treinta y tres capítulos que abarcan principalmente los últimos
quince años de la azarosa vida de Hrolf Ragnallson, nuestro protagonista, y
termina con un Epílogo y una nota histórica en la que el autor nos ofrece unos
apuntes en los que habla de los personajes históricos y de los personajes de
ficción. También nos cuenta la situación económica y social que se vivía en la
península ibérica del siglo IX.
Es así como nos encontraremos con el protagonista de esta
historia, el primogénito del jarl Ragnall Hrolfson, una especie de noble
vikingo, asentado junto a su pueblo en un poblado de la bella Erin (Irlanda),
lugar en el que decidieron recalar huyendo de los rigores de su Noruega natal.
Claro que una cosa fue llegar, levantar un poblado de la nada, construir casas
en las que cobijarse, empalizadas con las que protegerse del enemigo y sembrar
la tierra para abastecerse y otra anular su actitud ante la vida y mucho más
hacia la muerte, contando con un destino ya escrito que pervive en la esencia
de ese pueblo temerario y sediento de batallas para el que el máximo honor
posible es el de morir en el campo de batalla para así acceder al Valhalla. Por
ello, ese mismo jarl, ya vencido por los años y las secuelas de otras batallas,
tuvo que dejar partir a sus dos únicos hijos varones y la mitad de su pueblo en
pos de las aventuras y riquezas que la tierra no daba.
Eligieron un destino cercano con el que saciar sus anhelos,
pero quiso la fatalidad que una tormenta los desviase hacia un lugar donde
hallaron reunida una importante flota que pretendía saquear Spanland (España),
adentrándose en una península que creían una fuente inagotable de riquezas y en
la que poner en evidencia su temeridad y así alcanzar la gloria. Y las cosas no
salieron como las habían concebido, porque se encontraron de frente a todo un
ejército que les plantó cara y los venció, tomando unos cuantos prisioneros a
los que convirtieron en esclavos. Entre ellos se encontraba el joven Hrolf
Ragnallson.
Desde ese momento asistiremos a un auténtico periplo
emocional, cargado de aventuras, vaivenes y batallas dignas de vivirse en
primera persona y mucho más de compartirlo leyéndolo. Un viaje que no da tregua
ni respiro, pues te mantendrá en vilo y aferrado a ese muchacho al que veremos
convertirse en hombre, caminando a su lado, luchando sin descanso con el único
propósito de ayudarle a volver a esa isla esmeralda en la que dejó a su gran
amor. En fin, una novela fascinante a la que acompañan unos personajes a la
altura.
Lordemano, es una novela que nos narra las aventuras de
Hrolf Tagnallson, al que sus coetáneos astures denominaron así porque ser el
modo con el que designaban a los normandos (literalmente hombres del norte).
Cuando la historia se inicia, Hrolf es el hijo primogénito del jarl Ragnall
Hrolfson, un joven educado por y para la guerra y cuya máxima era ser un gran
guerrero como lo había sido su padre.
El autor nos describe una historia de envidias, traiciones y venganzas en la que la acción está presente en cada una de sus 590 páginas. Nuestro protagonista, aunque salva la vida nunca se resignará a ese tipo de existencia y pasa cada día buscando la ocasión de librarse y volver a su tierra.
Durante el tiempo que permanece como esclavo en la
península ibérica, son muchas las aventuras que tienen lugar, batallas
encarnizadas se van sucediendo una tras otras hasta que tanto él como sus
compañeros consiguen la libertad.
En mi opinión, uno de los puntos fuertes de la novela es la
construcción de los personajes que están muy bien planteados y así como el gran
trabajo de documentación realizado.
Resumiendo, es una novela intensa, pero que se lee
fácilmente pues su estilo narrativo es sencillo y ameno. Una historia, que como
el mismo autor explica en la interesantísima nota histórica del final, está
basada en fuentes históricas pero que algunos de los personajes y situaciones
que rodean a éstos últimos son ficticias.
Y dicho todo esto, debo añadir que la novela a pesar de las expectativas que yo misma me había creado me ha encantado y que por supuesto la recomiendo encarecidamente a todos aquellos lectores que quieran disfrutar de una buena lectura.