Nuevamente la iniciativa
#SoyYincanera, de la que formo parte, me ha ofrecido la oportunidad participar
en la lectura simultánea de la novela: Pastores del mal, de Félix García Hernán
Félix García Hernán, no es una novedad en esta
iniciativa, ya tuvimos ocasión de leer y comentar su anterior y exitoso libro,
Cava dos fosas, por lo que estaba esperando con muchas ganas la publicación de
esta nueva novela, en la que me he vuelto a encontrar con viejos conocidos.
Título: Pastores del mal Autor: Félix García Hernán Editorial: EDITORIAL ALREVES, S.L. Presentación: Tapa blanda Número de páginas: 383 ISBN: 978-84-17847-61-6 Cuando el padre Damián Isún cambió de postura para
acomodarse en su cama, el corazón le dio un vuelco al palpar, bajo la colcha,
el cuerpo desnudo y sin vida de uno de sus pupilos. ¿Cómo había llegado allí?
El pánico se apoderó de él y acudió a su antiguo discípulo, mosén Estanis, en
busca de ayuda y refugio. El mosén no dudó en contactar con el comisario Javier
Gallardo, que aunque se había retirado hacía poco del servicio, nunca podría
olvidar que le debía su vida al religioso. Así, junto al ahora inspector jefe
Raúl Olaya, Gallardo intentará demostrar la inocencia del padre Damián. Juntos descubrirán una poderosa organización
internacional cuya voracidad desmedida destroza y utiliza a cientos de niños y
entre cuyos dirigentes se hallan destacados miembros de la banca, la política,
las finanzas o la Iglesia. Con una prosa arrolladora, directa y sin artificios,
pero absolutamente adictiva, Félix García Hernán maneja, con la precisión de un
relojero, o mejor, de un cirujano, una trama que nos llevará, sin un respiro,
de Barcelona a Roma, Nueva York, París o Wisconsin, y lo confirma como un
narrador especialmente dotado para novelas donde lo social y la denuncia
conviven con la acción más vertiginosa. Félix García Hernán (Madrid, 1955) cursó Derecho en la
Universidad Nacional de Educación a Distancia, pero es, por vocación, hotelero.
Desde sus inicios como botones, todavía adolescente, ha recorrido todos los
peldaños de su profesión hasta llegar a dirigir en Madrid establecimientos tan
emblemáticos como el hotel Urban, el Villa Real o el Only You. Desde el 2004 al
2012 perteneció al consejo de administración de la prestigiosa asociación Small
Luxury Hotels of the World. Desde la infancia es un lector compulsivo y amante de la
música clásica y del cine. Además de Cava dos fosas (Alrevés, 2020) y Pastores del
mal (Alrevés 2021), ha escrito las novelas Tras el telón, un thriller
ambientado en el mundo de la ópera; Delfines de plata, que dentro de una trama
de novela negra se sumerge en el particular microcosmo de los hoteles de lujo,
y El límite oscuro, donde dibuja un descarnado fresco de uno de los mayores
males que asolan nuestra sociedad actual: la corrupción. Raul Olaya, es un joven y prometedor Inspector jefe del
Cuerpo Nacional de Policía. Tiene 30 años y fue subordinado de Javier Gallardo.
Entre ambos había ido cuajando una amistad que en los últimos dos años se ha hecho
muy fuerte. El Padre Damián Isún, es, a sus 50 años, un hombre
vital, apuesto, encantador y sobre todo entregado a su labor docente en un
colegio religioso de Barcelona del que además es director del coro. Sin
embargo, desde hace un tiempo y por primera vez en su vida, le falta la fe. Esa
fe que siempre le acompañó, sin fisuras y ahora siente que ese Dios al que
había dedicado su vida ya no está a su lado. Mosen Estanis, es un cura de Taüll y varias pedanías
más. Conoció a Javier Gallardo durante la estancia de éste en ese lugar, unos
meses antes. Y, cuando se entera de los problemas en los que se ha visto
envuelto su mentor, el padre Damian Isún, no duda en pedir ayuda a Gallardo, al
creer totalmente en la inocencia de su amigo. El obispo Dawkins, ya había cumplido los cincuenta, pero
conservaba un elegante porte. Junto a su socio, Andrew Peterson, pusieron en
marcha un entramado de empresas a nivel internacional que se dedica al tráfico
y abuso de menores y del que formaban parte pederastas y pedófilos de todo el
mundo, aunque el acceso es restringido está compuesto, principalmente, por
millonarios o personas con mucha influencia. La pederastia y la pedofilia son aberraciones que todos
sabemos que existen, por supuesto, pero que, al verlas así descritas, te
remueven la conciencia y las entrañas. A estos hechos que,
desgraciadamente, aparecen en los informativos periódicamente, no les damos la
importancia que realmente deberíamos darles y si no a las pruebas me remito,
porque ahí siguen. Lo duro, lo desquiciantes, es que en esta novela se riza el
rizo al presentar una poderosa trama internacional encabezada por unos seres
que han convertido esta perversión en un boyante negocio, que se sustenta
mediante influencias de importantes hombres de negocios, políticos, hombres de
la iglesia que ponen a su servicio las instituciones de que representan cada
uno de ellos unos niveles inimaginables y no tienen ningún reparo en recurrir a
chantajes, violencia, asesinatos para salvaguardar una aberración a la que
además han convertido en un negocio. La novela está escrita con un lenguaje directo y a veces
descarnado. La una trama está muy bien urdida, ya que Félix García Hernán es un
experto en crear investigaciones laberínticas que te dejan sin aliento
potenciadas con unos personajes poliédricos y tan bien trabajados, que consigue
consigue que algunos de ellos te enamoran y aborrezcas a otros, sin paliativos
y desde el primer momento. Esta reseña participa en la iniciativa: En el apartado: La corrupción es el tema dominante
Javier Gallardo, al que ya conocí en la novela Cava dos
fosas, es protagonista indiscutible de esta novela. Gallardo es uno de
los policías más respetados de la profesión, sus casos se estudian en las
escuelas de criminología. Ahora está retirado y desencantado de la
profesión; renunció a su puesto como comisario principal del Cuerpo Nacional de
Policía y pasa su tiempo escribiendo una novela.
La novela, presentada en tapa blanda con solapas, está
narrada en tercera persona. Está estructurada de una forma muy tradicional: una
pequeña introducción, 49 capítulos -numerados en romano- un epílogo y la
sección de agradecimientos. Los capítulos son cortos y su lectura, a pesar de
describir unas situaciones espeluznantes y de una dureza extrema, es muy
dinámica.
Como comenté anteriormente, esta es la segunda novela
que leo del autor, y aunque la primera de ellas, Cava dos fosas me gustó mucho,
en esta segunda lectura el autor me ha hecho vibrar… la novela me ha producido
fuertes y durísimas sensaciones.