jueves, 17 de junio de 2021

Pastores del mal - Félix García Hernán


Nuevamente la iniciativa #SoyYincanera, de la que formo parte, me ha ofrecido la oportunidad participar en la lectura simultánea de la novela: Pastores del mal, de Félix García Hernán



Félix García Hernán, no es una novedad en esta iniciativa, ya tuvimos ocasión de leer y comentar su anterior y exitoso libro, Cava dos fosas, por lo que estaba esperando con muchas ganas la publicación de esta nueva novela, en la que me he vuelto a encontrar con viejos conocidos.

   



Título: Pastores del mal

Autor: Félix García Hernán

Editorial:  EDITORIAL ALREVES, S.L.

Presentación: Tapa blanda 

Número de páginas:  383

ISBN 978-84-17847-61-6



Cuando el padre Damián Isún cambió de postura para acomodarse en su cama, el corazón le dio un vuelco al palpar, bajo la colcha, el cuerpo desnudo y sin vida de uno de sus pupilos. ¿Cómo había llegado allí? El pánico se apoderó de él y acudió a su antiguo discípulo, mosén Estanis, en busca de ayuda y refugio.

El mosén no dudó en contactar con el comisario Javier Gallardo, que aunque se había retirado hacía poco del servicio, nunca podría olvidar que le debía su vida al religioso. Así, junto al ahora inspector jefe Raúl Olaya, Gallardo intentará demostrar la inocencia del padre Damián.

Juntos descubrirán una poderosa organización internacional cuya voracidad desmedida destroza y utiliza a cientos de niños y entre cuyos dirigentes se hallan destacados miembros de la banca, la política, las finanzas o la Iglesia.

Con una prosa arrolladora, directa y sin artificios, pero absolutamente adictiva, Félix García Hernán maneja, con la precisión de un relojero, o mejor, de un cirujano, una trama que nos llevará, sin un respiro, de Barcelona a Roma, Nueva York, París o Wisconsin, y lo confirma como un narrador especialmente dotado para novelas donde lo social y la denuncia conviven con la acción más vertiginosa.  




Félix García Hernán (Madrid, 1955) cursó Derecho en la Universidad Nacional de Educación a Distancia, pero es, por vocación, hotelero. Desde sus inicios como botones, todavía adolescente, ha recorrido todos los peldaños de su profesión hasta llegar a dirigir en Madrid establecimientos tan emblemáticos como el hotel Urban, el Villa Real o el Only You. Desde el 2004 al 2012 perteneció al consejo de administración de la prestigiosa asociación Small Luxury Hotels of the World.

Desde la infancia es un lector compulsivo y amante de la música clásica y del cine.

Además de Cava dos fosas (Alrevés, 2020) y Pastores del mal (Alrevés 2021), ha escrito las novelas Tras el telón, un thriller ambientado en el mundo de la ópera; Delfines de plata, que dentro de una trama de novela negra se sumerge en el particular microcosmo de los hoteles de lujo, y El límite oscuro, donde dibuja un descarnado fresco de uno de los mayores males que asolan nuestra sociedad actual: la corrupción.

 


Javier Gallardo, al que ya conocí en la novela Cava dos fosas, es protagonista indiscutible de esta novela.  Gallardo es uno de los policías más respetados de la profesión, sus casos se estudian en las escuelas de criminología.  Ahora está retirado y desencantado de la profesión; renunció a su puesto como comisario principal del Cuerpo Nacional de Policía y pasa su tiempo escribiendo una novela.




Raul Olaya, es un joven y prometedor Inspector jefe del Cuerpo Nacional de Policía. Tiene 30 años y fue subordinado de Javier Gallardo. Entre ambos había ido cuajando una amistad que en los últimos dos años se ha hecho muy fuerte.

El Padre Damián Isún, es, a sus 50 años, un hombre vital, apuesto, encantador y sobre todo entregado a su labor docente en un colegio religioso de Barcelona del que además es director del coro. Sin embargo, desde hace un tiempo y por primera vez en su vida, le falta la fe. Esa fe que siempre le acompañó, sin fisuras y ahora siente que ese Dios al que había dedicado su vida ya no está a su lado.

Mosen Estanis, es un cura de Taüll y varias pedanías más. Conoció a Javier Gallardo durante la estancia de éste en ese lugar, unos meses antes. Y, cuando se entera de los problemas en los que se ha visto envuelto su mentor, el padre Damian Isún, no duda en pedir ayuda a Gallardo, al creer totalmente en la inocencia de su amigo.

El obispo Dawkins, ya había cumplido los cincuenta, pero conservaba un elegante porte. Junto a su socio, Andrew Peterson, pusieron en marcha un entramado de empresas a nivel internacional que se dedica al tráfico y abuso de menores y del que formaban parte pederastas y pedófilos de todo el mundo, aunque el acceso es restringido está compuesto, principalmente, por millonarios o personas con mucha influencia. 

  


La novela, presentada en tapa blanda con solapas, está narrada en tercera persona. Está estructurada de una forma muy tradicional: una pequeña introducción, 49 capítulos -numerados en romano- un epílogo y la sección de agradecimientos. Los capítulos son cortos y su lectura, a pesar de describir unas situaciones espeluznantes y de una dureza extrema, es muy dinámica.

 


Como comenté anteriormente, esta es la segunda novela que leo del autor, y aunque la primera de ellas, Cava dos fosas me gustó mucho, en esta segunda lectura el autor me ha hecho vibrar… la novela me ha producido fuertes y durísimas sensaciones. 

La pederastia y la pedofilia son aberraciones que todos sabemos que existen, por supuesto, pero que, al verlas así descritas, te remueven la conciencia y las entrañas.  A estos hechos que, desgraciadamente, aparecen en los informativos periódicamente, no les damos la importancia que realmente deberíamos darles y si no a las pruebas me remito, porque ahí siguen. 




Lo duro, lo desquiciantes, es que en esta novela se riza el rizo al presentar una poderosa trama internacional encabezada por unos seres que han convertido esta perversión en un boyante negocio, que se sustenta mediante influencias de importantes hombres de negocios, políticos, hombres de la iglesia que ponen a su servicio las instituciones de que representan cada uno de ellos unos niveles inimaginables y no tienen ningún reparo en recurrir a chantajes, violencia, asesinatos para salvaguardar una aberración a la que además han convertido en un negocio.




La novela está escrita con un lenguaje directo y a veces descarnado. La una trama está muy bien urdida, ya que Félix García Hernán es un experto en crear investigaciones laberínticas que te dejan sin aliento potenciadas con unos personajes poliédricos y tan bien trabajados, que consigue consigue que algunos de ellos te enamoran y aborrezcas a otros, sin paliativos y desde el primer momento.




Esta reseña participa en la iniciativa:


En el apartado: La corrupción es el tema dominante 



viernes, 4 de junio de 2021

Incluso la muerte miente - Julio César Cano

Nuevamente el grupo de lectura #SoyYincanera, con la colaboración de la editorial Maeva, nos ha ofrecido la oportunidad de participar en la lectura simultánea de la última novela publicada por Julio César Cano, titulada Incluso la muerte miente.

Julio Cesar Cano y su enigmático inspector Bartolomé Monfort nos introducen en las vidas de unos protagonistas de esos que nos dejan tocados, muy tocados.  Pero eso lo desarrollaré más adelante, ahora empezamos como siempre, por el principio. 




Título: Incluso la muerte miente

Autor: Julio César Cano

Editorial: Maeva Noir

Presentación: Rustica con solapa

Páginas: 417

ISBN: 978-84-18184-40-6






Julio César Cano (1965, Capellades, Barcelona) empezó a escribir después de trabajar durante años como músico y mánager de grupos. Es conocido, sobre todo, por su serie del emblemático inspector Monfort, ambientada en Castellón, donde el autor vive actualmente con su familia. Incluso la muerte miente es el quinto caso después de Asesinato en la plaza de la Farola, Mañana, si Dios y el diablo quieren, Ojalá estuvieras aquí y Flores muertas.



La perturbadora confesión de un pirómano es el eje central del quinto caso de la serie del inspector Monfort, ambientado en Castellón.

El reencuentro en Castellón de tres amigos que fueron juntos al colegio propiciará que asomen fantasmas que creían sepultados para siempre y secretos que jamás deberían desvelarse. Ana es tanatoesteticista, «maquilladora de muertos», tal como prefiere denominar su profesión; Rubén vive de rentas, pero ha arruinado su existencia por culpa de los vicios; y Álex ha vuelto de Santiago de Compostela para, supuestamente, poner en marcha un proyecto teatral.  Cuando hallan el cadáver de un hombre en una discoteca del centro de la ciudad, que han incendiado para borrar las huellas del crimen, se disparan todas las alarmas de la policía. Por otro lado, todos en el equipo del comisario Romerales están muy preocupados por la extraña ausencia del inspector Monfort, que lleva demasiado tiempo sin dar señales de vida. 


La acción se desarrolla principalmente en Castellón, ciudad por la que el autor nos pasea por sus calles y monumentos más emblemáticos:

El Teatro Principal de Castellón, que sirve como motivo ilustrativo de la portada de esta novela, fue inaugurado en el año 1894, con su imponente fachada de corte neoclásico y su famoso telón de boca, una de las mayores joyas de la ciudad.

La plaza de la Paz, en la que se ubica un bello kiosco modernista que en la actualidad se ha reconvertido en un bar con una bulliciosa terraza.

El hotel Mindoro, lugar en el que se aloja el inspector, ubicado en el centro de la ciudad y a pocos metros del Teatro Principal y el kiosco de la plaza de la Paz, un enclave dotado de historia.

También nos pasea por las inmediaciones de Peñiscola, concretamente en la Sierra de Irta. Las descripciones de ese paraje que me han enamorado y, desde luego, me han recordado que tengo que volver a esa zona y visitarla detenidamente.


Pero si ha habido un lugar que me ha impresionado como ningún otro, ese ha sido el de Les Useres, un pequeño municipio situado en la comarca de l’Alcalatén por una tradición que data del siglo XIV y que todavía pervive en la actualidad, celebrándose anualmente el último viernes del mes de abril. Se trata de “El Camí dels Pelegrins de les Useres”, una peregrinación de 35 kilómetros compuesta por trece hombres, vestidos todos ellos con túnicas azules, y elegidos por los vecinos del pueblo mediante un complicado proceso de selección que se hace en riguroso silencio, excepto por las melodías tradicionales que entonan un grupo de cantores. Comienza en el pueblo para finalizar en el santuario de Sant Joan de Penyagolosa, situado en el Parque Natural del mismo nombre. Al paso de la misma, los lugareños acicalan y embellecen el camino con flores y hojas verdes. Está narrado con tal delicadeza que la descripción destila encanto y misticismo a partes iguales.

Además de estos parajes, también nos ofrece pequeñas pinceladas de las ciudades de Teruel y Santiago de Compostela:

De Teruel, nos describe las torres de El Salvador y de San Martín, de estilo mudéjar aragonés, aunque ya aparecen rasgos góticos y nos permite conocer la hermosa y trágica leyenda de amor que, según cuentan, fue motivo de su construcción. También conoceremos una de las obras de ingeniería más importantes de España: el viaducto viejo, que fue proyectado por el ingeniero Fernando Hué, en 1929.

De Santiago de Compostela, nos hace maravillosa descripción de la ciudad -poesía pura-, como para coger el primer medio de transporte y plantarse allí.

 


Muchos son los personajes que anidan en esta novela, aunque la mayoría son secundarios. Sin embargo, dejando al margen que se trata de una novela policíaca y son unos cuantos los agentes que intervienen en la investigación y que todos ellos están perfectamente perfilados al final de la novela, el resto del “reparto” se distingue por tratarse de un grupo de perdedores, inadaptados sociales por distintos motivos que no han sabido canalizar sus sentimientos, circunstancias o vivencias. De todos ellos, destaca uno sobre el resto, un pirómano que desde el inicio de la novela nos va dejando su impronta a modo de diario y en el que, a medida que avanza la historia, nos la va haciendo más dolorosa por la crueldad de sus actos.
 


Es una novela de tamaño medio, de poco más de cuatrocientas páginas; estructurada en veintiún capítulos, que llevan como título el día en que se narra la acción.  Una trama que comienza el 18 de junio de 2008 y acaba el 14 de julio de ese mismo año. Obviamente encontramos en el argumento saltos al pasado que nos explican situaciones y circunstancias vividas y que nos ayudan a “entender” los motivos del comportamiento de los protagonistas.

Antes de empezar el primer capítulo, en cursiva, un narrador en primera persona pone voz a un pirómano en lo que parece ser un diario. En él nos va relatando como descubrió el placer que sentía al provocar los incendios y sus motivaciones. En capítulos posteriores continua esta narración, pero ya al final de cada uno de ellos.   La novela tiene un ritmo muy ágil y fluido y está contada por un narrador omnisciente.

Además, la editorial nos ofrece el plano de los escenarios de la novela, una pequeña introducción en la que se nos explica la tradicional procesión que todos los años, el último viernes del mes de abril llevan a cabo Els Pelegrins, en el pueblo de Les Useres (Castellón).

Asimismo, al final de la novela el autor, nos ofrece una relación de la Banda sonora de la novela, ya que a lo largo de la misma Julio César Cano va aderezando muchas de las circunstancias en las que se ven sumidos los personajes con una variedad de títulos de lo más sugerente y oportunos. Una delicia.

También al final de la obra nos encontramos con una nota del autor, en la que éste que nos explica cómo surgió la idea de la novela, los agradecimientos y por último una breve pero importante descripción de los principales protagonistas. 


Incluso la muerte miente es la quinta novela de la serie literaria protagonizada por el inspector Monfort, la primera fue Asesinato en la plaza de la Farola a las que siguieron, Mañana, si Dios y el diablo quieren, Ojalá estuvieras aquí y Flores muertas.

Aunque lo ideal es empezar las series por la primera, en este caso, como las historias narradas son autoconclusivas y los personajes están muy bien contextualizados -ya os comenté anteriormente que se ha incluido la descripción de los principales personajes- los libros se pueden leer indistintamente sin reparar en el orden, aunque desde luego yo prefiero siempre leerlas desde el principio.

De la pluma de Julio César Cano nos sumergimos en una historia brutal, una historia muy dura que nos habla de venganzas, complejos, acoso escolar, drogas, etc.  En ella se cruzan diversas tramas y lo que en un principio parece un ajuste de cuentas por un asunto de drogas, página a página va derivando en un quilombo de difícil o más bien casi imposible solución para finalmente confluir todas ellas gracias a la profesionalidad, entrega y capacidad de deducción del Inspector Monfort y sus compañeros, en uno de los casos más difíciles que nos podemos imaginar, en la que afloran la maldad y la perversión de la que hacen gala algunos de los personajes que, impulsados por sus mentes enfermas, sacan lo peor de ellos mismos.

La novela esta cimentada en la intriga más tradicional, con un ritmo muy fluido, unos personajes coherentes, reales y creíbles.  Las descripciones de los escenarios, tanto de edificios como paisajes, ciudades o de tradiciones como la de la peregrinación de Els Pelegrins de Les Useres, etc.  que se mencionan en la novela son un verdadero lujo y despiertan las ganas de visitarlos o incluso, aunque los conozcas, volver para vivirlos como el autor los vive. Y, por último, mención especial para las referencias gastronómicas y musicales acompañantes habituales de esta saga y que completan una narración espectacular.

Reflexión: algunas veces da lo mismo que las personas sean altas, guapas, feas, ricos, inteligentes o lerdos, Dios los cría y ellos se juntan y ya que saco a pasear al refranero, también se puede aplicar ese que decía mi abuelo: tiran más dos tetas que dos carretas. 

Esta reseña participa en la inicitiva #YincanaCriminal 2021


En el apartado: La acción transcurre en cualquier ciudad española, excepto Barcelona o Madrid