En soy Yincanera, aunque estamos inmersas en la Yincana 2021, seguimos haciendo lecturas simultáneas, y es que por nuestra afición nos multiplicamos y hacemos lo que haga falta.
En esta ocasión, la novela elegida viene firmada por una autora inglesa, Elly Griffiths, y es la segunda novela de una serie de la que, en Reino Unido ya se ha publicado la decimotercera, y que según he leído, está teniendo mucho éxito.
Título: El umbral de la mentira
Título original: The
Janus Stone
Autora: Elly Griffiths
Páginas: 328
Editorial: Maeva
Año: 2021
ISBN 978-84-17708-91-7
Formato: Rustica con
solapa
Elly Griffiths nació en Londres y trabajó en el mundo editorial durante varios años. Decidió dedicarse a la escritura cuando su esposo comenzó a estudiar Arqueología. Para su exitosa serie, con la arqueóloga Ruth Galloway como protagonista, también contó con la inspiración de su tía, que le contaba leyendas y mitos de Norfolk. Los ecos del pantano, la primera novela de la serie, se ha publicado con gran éxito en nuestro país.
Autora ganadora del Premio CWA Dagger in the Library,
otorgado por la asociación de autores de novela negra de Reino Unido, que
premia la trayectoria de un autor cuyos libros son muy populares entre los
usuarios de las bibliotecas.
Los huesos nunca mienten.
Cuando los obreros que están llevando a cabo las tareas de
demolición de una vieja casa en Norwich descubren el esqueleto incompleto de un
niño, la arqueóloga forense Ruth Galloway intenta esclarecer su procedencia.
¿Se trata de un sacrificio ritual llevado a cabo por nuestros ancestros o de la
víctima de un asesinato? Ruth intentará averiguarlo junto al detective Harry
Nelson.
La casa fue un orfanato en la década de 1970, y el
sacerdote que lo dirigía aporta nuevas pistas al recordar la desaparición de
dos hermanos, un niño y una niña, a los que nunca encontraron. La curiosidad de
Ruth aumenta y ni siquiera las molestias de su embarazo impedirán que se
implique en el caso
La acción se desarrolla en Norfolk, uno de los cuarenta y siete condados de Inglaterra. En este condado se han encontrado restos arqueológicos de la edad de hierro y numerosas vías romanas atraviesan el condado. Y es allí, en la en la costa del Mar del Norte, donde Ruth Galloway tiene su casa, en una solitaria marisma plana que desemboca en el mar. A pesar de ello - o por ello- Ruth se ha acostumbrado a esa clase de soledad, es más, el ambiente que se respira y las vistas que desde ella se divisan le compensan y el saber que solamente las comparte con las aves la llenan de felicidad.
La autora ha creado unos personajes muy sólidos, en los que aparecen todos los matices humanos, con sus luces y sus sombras.
Ruth Galloway, Tiene poco más de treinta años y es la
directora del departamento de Arqueología Forense de la Universidad de Norfolk
Norte. Es una reputada experta en
huesos, descomposición y muerte. Es soltera y está embarazada, como
consecuencia de una única y particular experiencia y, evaluando los pros y los
contras, unilateralmente sin consultarlo siquiera con el padre de la criatura,
un hombre felizmente casado, decide seguir adelante con el embarazo y tener a
su bebe.
El doctor Max Grey arqueólogo y experto en la Britania
romana, da clases en la Universidad de Sussex. Es el responsable de un
yacimiento arqueológico cerca de Swaffham, en el Condado de Norfolk, de
considerable importancia en el que se han encontrado unos restos humanos, por
lo que Grey ha solicitado la colaboración de Ruth Galloway, la directora del
departamento de arqueología forense a la que conoció en una conferencia que
impartió unos meses antes en la universidad donde ella presta sus servicios.
Grey es un hombre atractivo y, entre ellos surge una atracción, en principio
amistosa…
Harry Nelson, Inspector Jefe, tiene un carácter muy peculiar. Ruth y él se conocieron cuando ambos colaboraron en un caso en el que se encontraron unos huesos de la edad de hierro en la marisma.
Es una novela con una estructura sencilla, después de la dedicatoria tenemos un mapa de los escenarios de la novela, un agradable detalle que ayuda a situarnos en el escenario en el que se desarrolla la trama. A continuación, empieza el argumento, relatado por un narrador omnisciente. Se divide en treinta y cinco capítulos y los agradecimientos de rigor. Al empezar algunos capítulos, hay un texto en cursiva, relacionado con fechas concretas de festividades del calendario celta, que nos van dejando sensaciones de intriga y misterio.
Me hizo gracia que uno de estos textos, dedicado a la conmemoración de El Imbolc, -fiesta celta de la primavera asociada con el ritual de la fertilidad- que se celebra el 2 de febrero, porque casualmente yo lo estaba leyendo ese día.
Esta
festividad se celebra en muchos países.
En España también se celebra, aunque lo han “cristianizado” y se dedica
a la advocación de la Virgen de La Candelaria, pero a pesar de ello aun se
siguen haciendo rituales con fuego en muchos lugares de nuestra geografía.
Últimamente he leído libros de gran tamaño y mucha enjundia, y al tener en mis manos esta novela, me pareció muy manejable y me hice a la idea de que sería una novela de fácil lectura, de las que se leen en un respiro. La idea fue buena, pero es una novela que, a pesar de su aspecto, va de menos a más.
Por ello, no puedo dejar de recomendarla, porque tiene una buena historia, está bien argumentada, cuenta con unos personajes muy bien desarrollados, en los que reconocemos la maldad y la bondad de la naturaleza humana -y si, aunque sean ingleses son humanos- también nos permitirá conocer ritos y tradiciones celtas, mitología romana… y en suma, se disfruta de una buena historia con mucha intriga y suspense y un giro final muy acertado.
Esta reseña participa en la iniciativa: