Núm. de páginas: 304
Editorial: Destino
Lengua: Castellano
Encuadernación: Rústica con solapas
ISBN: 978-84-233-5429-0
Fecha de publicación: 13/09/2018
Colección: Áncora
& Delfín
Pedro
Ramos (Madrid, 1973) escritor y profesor de escritura creativa, es miembro de la European Association of Creative Writing Programmes, ha colaborado con los talleres de Clara Obligado y Fuentetaja de Madrid y dirigió la escuela Polisemias en A Coruña. Es autor de las novelas El coleccionista de besos (Edebé,2018), La playa de los cristales (Edebé,
2017), Todo es mentira (Trifolium, 2014) y Masculino singular (Edad, 2006) y del libro de poemas en El país de los
méritos (Noroeste, 2010). También ha escrito guiones, una serie para smartphones y una obra de teatro, además de haber codirigido un documental y realizado varios espectáculos multidisciplinares. Actualmente reside en Málaga.
Marga es una joven bióloga gallega, brillante en su profesión, que hace seis años que trabaja como investigadora en Alaska. Desde entonces nunca ha vuelto a Galicia para visitar a su familia, y el vínculo con sus orígenes se reduce a las pocas llamadas telefónicas con su madre.
Pero en su última conversación recibirá la noticia de la enfermedad de su padre y, a pesar del miedo a enfrentarse a los fantasmas de su pasado, decidirá regresar de inmediato. El reencuentro familiar abrirá inevitablemente heridas mal curadas, y Marga se debatirá entre contar aquello que la hizo alejarse de todos sin dar más explicaciones o mantenerlo en secreto, y seguir viviendo en un extraño equilibrio entre el sentimiento de culpa y la responsabilidad de amparar a los suyos.
Una novela cautivadora que nos sumergirá en la vida de Marga, sus veranos de juventud y el primer amor, y reconstruirá con la complicidad del lector los años de una familia que tuvo que bregar con el cambio de mentalidad de un país que pasó de la transición a la democracia.
Lo
primero que pensé cuando tuve en mis manos la novela es que por su tamaño la
iba a leer en un rato y, la verdad, es que no fue en un rato, pero porque según
iba leyéndola me daba pena terminarla. Creo que con esto ya os podéis hacer una
idea de mi valoración.
La novela está estructurada de una forma muy original. Los capítulos no van numerados, sino que van titulados en tres epígrafes diferentes: Navidad, Heroína y Matrimonio y cada uno de ellos se refiere a un tiempo distinto en la vida de Margarita Durán, nuestra protagonista.
Margarita (cuando estamos en Heroína). Estos capítulos transcurren durante el verano de 1986, mientras Margarita vive su primer amor y, como la protagonista de otra canción de la época se encuentra a la deriva, perdida en un camino de ansiedades y ambrosías. Nadie dijo que la adolescencia fuese un camino de rosas y si esta viene aderezada con drogas, el cóctel es una bomba de relojería.
La novela está estructurada de una forma muy original. Los capítulos no van numerados, sino que van titulados en tres epígrafes diferentes: Navidad, Heroína y Matrimonio y cada uno de ellos se refiere a un tiempo distinto en la vida de Margarita Durán, nuestra protagonista.
Margarita (cuando estamos en Heroína). Estos capítulos transcurren durante el verano de 1986, mientras Margarita vive su primer amor y, como la protagonista de otra canción de la época se encuentra a la deriva, perdida en un camino de ansiedades y ambrosías. Nadie dijo que la adolescencia fuese un camino de rosas y si esta viene aderezada con drogas, el cóctel es una bomba de relojería.
Marga (cuando
estamos en Matrimonio). Estos capítulos transcurren en julio de 1997, el mismo
año de la liberación de Ortega Lara y del asesinato de Miguel Ángel Blanco,
acontecimientos que el autor incluye en la narración y, que aunque siguen en la
memoria de todos nosotros, nos vuelven a llevar a la emoción de entonces. Para
Marga es esta una época que marca su vida para siempre, ya nada volverá a ser
igual.
M (cuando estamos en
Navidad) Estos capítulos nos muestran a vida actual de la Doctora Durán, una
bióloga que desde hace siete años vive y trabaja en Fairbanks, Alaska. Hasta
que recibe la llamada de su madre en la que le comunica que a su padre le
quedan pocos meses de vida, víctima de un cáncer. Marga decide entonces volver
a su casa, en Galicia, con la intención de sincerarse con su familia y contar
las razones de su desarraigo, los motivos por el que un día se alejó de allí y
no quiso volver a saber nada de ellos. De que lo consiga o no hay un trecho y,
en medio, una historia fascinante.
Porque
es así como saltando de una etapa a otra vamos descubriendo la vida de la
protagonista y la de su entorno, porque la familia Durán es de armas tomar y
también, posiblemente, una familia tradicional, pero también de aquellas en la
que los silencios pesan como losas, pero en la que cada uno tiene los suyos y
nadie los comparte. Por ello, la trama nos irá llevando desde la nostalgia que
supone la adolescencia y el primer amor, con lo que ello conlleva, a la
desesperación, al ser testigos de cómo las cosas se pueden torcer cuando lo que
deberían ser unas vacaciones deliciosas se tornan en un aciago verano porque el
flirtear con las drogas siempre tiene un precio y son pocos los que salen
incólumes de tales excesos y más con la heroína, donde menos está de más.
Margarita, como muchos otros jóvenes de la época fue víctima de la
desinformación y, como muchos, cayó en la trampa y en sus consecuencias.
Once años después, Marga vuelve a Galicia. Ahora vive en Madrid y ha conseguido doctorarse en Biología con mucho esfuerzo, pero la ocasión lo merece: su hermano se casa y aunque no es lo que más le apasiona, es parte activa en los preparativos. Después de la ceremonia, que se ve ensombrecida por la actualidad que supuso el secuestro y ejecución de Miguel Ángel Blanco, que ocurre precisamente el mismo día, otro suceso aciago cambia por completo la vida de la protagonista. Suceso que guardará en secreto y que no conocerá nadie de su familia.
Hasta el momento actual en que decide volver por última vez a su pueblo con la intención de sincerarse, de contar todo aquello que un día calló. Si lo hará, si conseguirá o si la entenderán (incluso si tú lo harás) está en tu mano. Yo que tú, lector, no dejaría pasar esta historia, porque como en mi caso, te aseguro que no te arrepentirás de haber sido testigo de esta historia.
Pedro Ramos nos pasea por unos escenarios idílicos como son los de la Ribeira Sacra y te hace sentirlos como propios, como si formaran parte de tus raíces. También habrá otros, aunque descritos de manera más somera, como pueden ser Madrid o la pequeña ciudad de Alaska donde vive la protagonista en la actualidad, pero que no dejan de ser una excusa para ofrecernos un relato duro, incluso muy duro, si me apurais.
Porque Tres mil noches con Marga es una novela que me ha sorprendido como pocas en los últimos años y que recomiendo por su intensidad, por el realismo que transmite y por la gran historia que nos cuenta.
Vaya, a esta lectura no me pude apuntar y ahora que te leo me estoy arrepintiendo de no haber podido hacerlo; pero es que a veces la agenda no da más de sí...
ResponderEliminarUna novela que nos ha traído aires gallegos y numerosas alusiones a nuestra historia más reciente, algo que te lleva a pensar en qué y cómo viviste ciertos acontecimientos, acompañados de una Marga fascinante.
ResponderEliminarBesos
Sí, resulta al final una lectura muy dura. Pero es una novela de diez.
ResponderEliminarBesotes!!!
Un relato duro, sí, pero hay veces que lecturas así son necesarias, porque recordar (aunque sea lo malo) nos recoloca un poco en la vida, y en este caso Marga nos va recolocando a cada momento. Yo tampoco quería acabarla. Me ha encantado la lectura, la verdad. Muy buena reseña. Besos.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo contigo, Ángela. Me ha parecido una novela de muchos sentimientos y de las que hay que leer despacio por la profundidad de los mismos. Realmente, ha sido todo un descubrimiento Pedro Ramos.
ResponderEliminarHola Ángela me ha gustado tu reseña, y creo que es un libro con una historia dura pero también bonita. No había tenido la oportunidad de leer nada del autor y me ha encantado.
ResponderEliminarPues sí la familia Duran es de armas tomar, una familia donde bien dices los secretos pesan como losas, pero cada uno aguanta los suyos, con muy poca comunicación y con la ley marcial que marca el cabeza de familia. Una novela corta, pero que no se lee en un rato y en mi caso no porque no quisiera terminarla si no por los sentimientos que afloran en cada una de las etapas y por como me quedó el cuerpo al descubrir el secreto que escondía Marga.
ResponderEliminarCuriosamente tuve la misma sensación que tú, cuando la novela cayó en mis manos. Por el tipo de letra y el número de páginas pensaba que iba a devorarla en muy poco tiempo, pero la forma en la que está escrita y lo que transmite a historia invitan a disfrutar la lectura, a saborearla, a ponerse en la piel de Marga, recordar nuestra propia vida, y cómo actuamos ante importantes acontecimientos de nuestra historia reciente; ha sido todo un acierto esta forma de plantear la trama, y has sabido plasmarla en tu reseña. Creo que ha sido una lectura con la que todos hemos disfrutado, y Marga se quedará durante mucho tiempo con nosotros.
ResponderEliminarUna novela, como dices, corta ennextension, pero larguísima en sentimiento. Gran reseña. Besos mil.
ResponderEliminarMuchas sensaciones son las que se sienten al leer esta novela, donde te hace rememorar recuerdos de una misma época a la vez que despierta sentimientos guardados. Muy buena reseña. Besazos
ResponderEliminarMe encantó tu reseña. Totalmente de acuerdo contigo. Una novela que parecía rápida y fácil, no lo ha sido tanto debido a su intensidad. Despierta sentimientos y sensaciones que junto al viaje al pasado, no deja indiferente al lector. Muy recomendable. Besazooooss!!!
ResponderEliminarEs una novela que llega muy hondo , que cuenta unas realidades terribles de los años 80 y que narra la historia de España en los últimos 40 años y a través del pueblo de una forma impecable.
ResponderEliminarA mí me pasó lo mismo que a tí, al ver el libro pensé que en una tarde lo leía, pero luego no quise. Lo hice durar para disfrutar de su prosa y poder reflexionar y recordar, sobre todo recordar, lo que yo hice en cada una de esas épocas. Es un libro de sentimientos que llegan directos al corazón. Y de esos hay pocos. Gracias, Yincaneras.
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