Esta
novela la gane en un sorteo que realizo la Yincana Criminal 2017, para poder
participar hay que comprometerse a una lectura simultánea que se realiza en
Twitter, en las fechas que las organizadoras indican, y después hay que hacer
una reseña de la novela.
En
la lectura simultánea yo participe muy poco, pues no acababa de ver muy clara
la lectura, y ahora cumplo con la segunda parte del compromiso la reseña.
DATOS TÉCNICOS:
DATOS TÉCNICOS:
Autora: Marta Robles
Editorial: Espasa
ISBN: 978-84-670-4895-7
Páginas: 344
Presentación: Rústica con solapas
LA AUTORA (de la contraportada de la novela):
Marta
Robles es escritora y periodista. Ha
recorrido una impresionante trayectoria en prensa, radio y televisión, jalonada
con prestigiosos galardones en todos los medios. Es autora de varios ensayos,
biografías y novelas; en 2013 fue ganadora del premio Fernando Lara con Luisa y
los espejos.
SINOPSIS:
SINOPSIS:
”Ese olor… ¿son violetas? Nunca había
conocido a nadie que llevara el perfume a juego con el color de los ojos”.
Marta Robles entra por la puerta grande en su primera incursión en la
novela negra, con una ambiciosa obra coral, con dos pilares clásicos, el
detective desencantado y la femme fatale, en torno a los que pivota una trama
muy turbia que se desarrolla en múltiples escenarios, y donde el sexo es uno de
los principales protagonistas.
La mujer es Misia Rothman, la bella y sensible esposa de un multimillonario
del mundo de la comunicación, que cae fascinada por Artigas, el escritor de más
éxito del momento, cosmopolita, mujeriego y con un punto cínico.
Y el detective es Roures, un ex corresponsal de guerra, reciclado en investigador
de infidelidades, a quien, tras perder la enésima batalla de su vida, le toca
reinventarse desde una modesta buhardilla de Malasaña y a quien acude la joven
Katia Cohen con un sorprendente convencimiento: Artigas no solo mató a su
madre, de quien fue amante, sino que ha asesinado al menos a otras tres
mujeres.
Una novela de alta graduación, erótica y
violenta, para lectores audaces
Mi opinión:
Esta
reseña me ha costado no mucho muchísimo escribirla, la razón son las
dudas, por una parte, tiene una trama que me gusta, la que trata sobre la vida
presente y pasada de Tony Roures, un ex corresponsal de guerra reconvertido en
detective privado que tiene su nicho de trabajo en investigar
infidelidades y otra que me ha sobrepasado y que es todo lo relativo a la vida
actual de Misia y de Artigas, que refleja una sociedad elitista, cuyo nivel de
vida nos acerca a la ostentación más desmedida, al lujo por el lujo, a ese al
que muy pocos tienen acceso.
El caso es que yo debo ser muy básica
y aunque intento poner en práctica mi tolerancia y comprensión, en este caso no
conseguí resultados. La novela me desbordó totalmente y no solo porque la
sinopsis me ofrecía algo que no veía y las voces que la recomendaban yo no las
compartía.
Porque
como os decía, toda la trama del detective parecía bien ambientada, la puesta
en escena de la investigación era perfecta: la joven Katia que busca respuestas a las
dudas que le suscitaba un escritor afamado, que había sido amante de su madre y
que fue la última persona que estuvo con ella el día en que fue asesinada.
Lógico que quisiera saber más de lo que las autoridades policiales de su país
habían sacado en claro y más cuando a través de lo que ella había investigado,
las anteriores amantes de Artigas, que así se llamaba el escritor, también
habían muerto en similares situaciones y compartían con su madre demasiadas
similitudes. Y las casualidades en un crimen no convencen a nadie y a ella
menos. A esto habría que añadir la atractiva personalidad de Roures, su entorno
personal y un pasado como corresponsal de guerra perfectamente descrito que me
dejaron sin aliento por las duras escenas que recrea la novela y que transmiten
lo peor del ser humano.
Y
en contraposición la otra trama, la de Misia Rodríguez y el propio Artigas que
no he sido capaz de creerme. No era cuestión de que el mundo que me ofrecían
fuese tan superficial como las marcas que se mencionaban en espiral como si la
novela estuviese patrocinada por ellas, no.
Era esa sensación de que se
abarcaba mucho para no concretar nada. Un puro despropósito que me hizo
plantearme dejar el libro por la mitad con una sensación de hastío que no podía
quitarme de encima.
De hecho, todavía recuerdo el ultimo tuit que deje en la
lectura simultánea, de 12 de febrero, en el que decía, resumiendo por las
imposiciones de twitter en cuanto a caracteres: “Termine de leer la novela, ha
sido una lectura muy densa, costosa, muy dura, ahora tengo que asimilarla”,
pues bien, al día de hoy, no lo he conseguido.
Aun
faltando al compromiso adquirido, no tenía intención de hacer esta reseña, pues
me cuesta muchísimo escribir en negativo, pero hoy ha llegado a mis oídos una
frase que ha pronunciado Carlos Ruiz Zafón que dice: “La literatura es sobre
todo una fuente de disfrute” y yo no disfrute con esta novela, lo siento Marta
Robles, otra vez será.