Aunque ya hace un par de semanas que supe del anuncio de Kayena dando el pistoletazo de salida a su inigualable “Bloguero Invisible 2014” y, aunque me parece casi imposible, pero por si no sabéis que es esto del bloguero invisible, os pongo un enlace que os lleva a la entrada del blog de Kayena, en la ésta explica las base de participación con su habitual claridad y concisión.
Pues bien, como estaba contando, cuando me llegaron estas noticias
me encontraba fuera de España y se me hizo muy complicado iniciar los trámites
de participación por lo que me limite a poner un mensaje anunciando mi
participación, y, como todo tiene remedio, una vez he regresado a mi añorada
casa (hay que ver como se echa de menos cuando estas un tiempo fuera) y después
de deshacer las maletas, organizar la ropa y descansar un poco ya estoy en
marcha de nuevo.
El otro gran dilema que se me ha presentado es decidir el libro que voy a
ofrecer, si en verdad un gran problema, pues desde que he descubierto las
bibliotecas municipales y además de que soy muy dada a regalar los
libros que ya he leído, resulta que cada día tengo menos novelas en mis
estantería, pero bueno, entre las que me quedan he encontrado dos novelas, que,
cuando en su día las leí me gustaron muchísimo y estoy segura que a quien el
Sr. Random, designe le gustarán también, son las siguientes:
Cañas y Barro de Vicente
Blasco Ibáñez
Ambientada en el agreste
escenario de la Albufera valenciana, Cañas y barro narra el ascenso y declive
del humilde clan de los Palomas. El esfuerzo constante y titánico del tío
Paloma y de su hijo, el tío Tono, para arrancar la riqueza a las aguas salvajes
mediante la pesca y el cultivo del arroz se ve arruinado por el comportamiento
irresponsable de Tonet, el último vástago del clan, quien, guapo, presumido y
abúlico, acaba viéndose arrastrado en una espiral de desesperación y violencia
que dará al traste con la situación tan trabajosamente ganada por sus mayores.
Yo, Claudio de Robert
Graves:
Supuesta "autobiografía" de Claudio,
singular emperador romano predestinado a serlo a pesar de que sus deseos fueran
por otros caminos. Graves dibuja sin concesiones un espeluznante retrato sobre
la depravación, las sangrientas purgas y las intrigas cainitas llevadas hasta
el crimen durante los reinados de Augusto y Tiberio. Pero Yo, Claudio es
también Calígula y su etapa sádica, Mesalina, Livia y, cómo no, Roma, un
decorado único para esta trama argumental apasionante que se llevó a la pequeña
pantalla con rotundo éxito. Y es que no falta ni sobra nada: amor, traición,
odio, intriga y política.Por último, solo me resta agradecer a Kayena que año tras año se ocupa de organizar con gran maestría y deduzco un enorme trabajo este inimitable evento en el nos brinda la ilusión de recibir un regalo, pasar unos buenos ratos de diversión e intriga, conocer a otras blogueras, etc. Asi que muchas gracias Kayena, y a tod@s l@s participantes les deseo que se diviertan tanto como yo.