Las pasadas navidades, nuestros hijos nos hicieron
un regalo conjunto, un “bono regalo”, para una estancia de dos noches en el
Hotel Enclave, en el complejo hotelero de Las Caldas, en Oviedo.
Debido a los problemas médicos de mi marido, que
aun esta recuperándose de una importante operación quirúrgica y de una terapia post-operatoria aun no lo habíamos utilizado,
pues entre unas cosas y otras, rara es la semana que no tenemos algún
“incidente”, y en esas estábamos viendo como se acercaba la fecha de vencimiento
y sin atrevernos a hacer la reserva. Pero,
poco a poco, fuimos constatando que los "incidentes" iban remitiendo, así que a
primeros de junio nos decidimos e
hicimos una reserva para los días 21 y
22 de ese mes, el bono tenía fecha de caducidad de 22 de junio, y cruzamos los
dedos esperando que todo fuese bien.
En ese intermedio aun tuvimos un inesperado
problema que se solucionó a tiempo y, por fin, el 21, por la mañana nos pusimos en marcha hacia el hotel. Desde Ribadeo, donde vivimos hasta Las Caldas no es un viaje largo, unos 150 Km., calculamos una hora y
media de viaje, en coche. El día amaneció nublado, como casi siempre, pero según avanzábamos hacia el oriente
las nubes se iba levantando.
Llevábamos unos pocos kilómetros y ya nos habíamos
quitado las chaquetas que llevábamos puestas, incluso tuvimos que poner en marcha el
climatizador del coche, y por supuesto nos habíamos puesto las gafas de
sol. El viaje iba pintando bien.
Como era la primera vez que viajábamos por esa zona
y las indicaciones que vi en la página del hotel no me parecían muy claras,
metí las coordenadas en el Tom-tom, aunque no confiaba demasiado, pues el
navegador en Asturias funciona fatal, pero esta vez, cosa rara, rara,
rara… llegamos al hotel a la primera.
Nuestra primera impresión fue muy buena. Para los que no conozcan este balneario, os
diré que se trata de un enorme complejo hotelero que tiene varios espacios, un
hotel de cinco estrellas el Gran Hotel las Caldas con 97 habitaciones, otro de
cuatro estrellas el Hotel Enclave con 76 habitaciones, el Instituto Vida Sana
(centro deportivo), El Balneario Real
Las Caldas (El manantial, zona de tratamientos, sala de las columnas), un
restaurante, otras zonas de restauración para convenciones, celebraciones, salones,
zonas de descanso, reunión, etc., una cafetería
y el edificio donde se ubica el Aquaxana, además de una inmensa zona
ajardinada con su huerta y una plataforma que, a mi, me pareció un helipuerto, aunque no lo he
podido confirmar.
Pero mejor os pongo una foto para
que tengáis una idea mas clara:
Las habitaciones, tienen acceso a wi-fi, gratuito y,
cosa extraña, con buena velocidad…, además cuenta con, al menos, dos zonas para
conectarse a la red informática, con ordenador.
Nuestra habitación estaba en el hotel
Enclave. Este hotel esta en la parte
nueva del complejo, que entro en funcionamiento en diciembre de 2010.
Nos asignaron una habitación de la segunda planta
con bellas vistas a las montañas, las casas del lugar y a la carretera y aunque
en un principio temimos que el tráfico nos iba a molestar, afortunadamente no
fue así pues el edificio está bien insonorizado y no se oye ningún ruido, sin
contar que el tráfico es mínimo.
![]() |
Vista desde nuestra habitación |
Las habitaciones son amplias, con una decoración
moderna y funcional, las paredes empapeladas en tres tonos, blanco, chocolate y beige con molduras de madera del
mismo tono que la carpintería.
La cama, de 1,80 m., muy cómoda por cierto, se
complementa con un cabecero, hasta el techo, tapizado con telas de distintos
tonos que combinan muy bien con los colores principales de la estancia, vestida
con un edredón con funda en color blanco, una mantita color chocolate y se completa
con cuatro almohadones, también con fundas blancas, de distinto grosor.
A ambos lados de la cama en la pared, dos apliques
de luz, flexibles. A un lado de la cama una
mesilla y al otro lado una banqueta-repisa, de uso multifuncional, con un cojín,
y que en su parte final se usa como
mesilla de noche, un gran espejo
con marco de madera del mismo tono que las molduras, un armario de cuatro
puertas, con caja de seguridad, una larga mesa, con una televisión de plasma de
32” y zona de escritorio y minibar, con
su butaca y otra zona con una mesa de auxiliar, una butaca y una lámpara de pie y
los visillos y cortinas en los mismos tonos.
El baño, igualmente bastante grande con tres zonas:
a un lado la zona de ducha, con una mampara de cristal transparente y una pared
de teselas verde musgo, una zona central con una meseta blanca con dos lavabos y,
al otro lado, aislado entre cristales transparentes, el bidet y el
inodoro. Por su puesto no faltaban ni el secador de pelo ni las “amenities”, zapatillas
y albornoces.
Nuestro bono regalo, incluía, además de la
estancia de dos noches, para dos personas, en régimen de alojamiento y desayuno
buffet (del que mas tarde os hablaré) un acceso diario de dos horas y
media al centro termal Aquaxana, acceso a “El Manantial” y un tratamiento de “chocolaterapia
“ (consistente en una envoltura corporal de chocolate y naranja seguido de un
masaje de relajación con aceites esenciales, que Joaquina y Aroa me dieron muy
bien y, cuando terminaron me invitaron a tomar una infusión)
Y ahora os contaré un poco de la historia que he recopilado de este
balneario.
La localidad de Las Caldas, a apenas 9 kilómetros
de Oviedo mantiene un medio ambiente inmaculado, pero además es una pequeña villa
termal que conserva esa esencia nostálgica que poseen los espacios asociados al
ocio burgués de los años 1900, y tiene su arquitectura y sus paseos en
consonancia con la influencia que la vida balnearia creó a
su alrededor.
Las
aguas del manantial de Las Caldas surgen a la superficie en una gruta natural con una temperatura de 40 º. El caudal medio
es de unos 200 litros por minuto.
Aunque estas aguas ya eran conocidas desde tiempos prerrománicos, en el siglo XVII, varios médicos y químicos las analizaron y les dieron la categoría de aguas termales, clasificándolas oficialmente como minero-medicinales. Por sus cualidades terapéuticas están recomendadas para enfermedades reumáticas y afecciones crónicas del aparato respiratorio.
El gran arquitecto Ventura Rodríguez, diseño el proyecto en el que se llevo a cabo la
canalización del agua termal y la construcción de un edificio con forma de medio ovalo del que parten dos alas rectas. Las obras, finalizadas en 1776, las llevo a cabo el arquitecto Manuel Reguera
González,
En el siglo XIX, se fue transformando y alcanzó su
mayor esplendor, pero a partir de los años 20 sufrió un declive progresivo
hasta que en el año 2004 cerro sus puertas definitivamente.
Tras varios años de abandono, era tal su deterioro
que un paisano me comentó que tenían miedo de pasar por debajo de la pasarela,
por miedo a que se les cayera encima, en
el año 2006, el Ayuntamiento de Oviedo
inició la restauración de estas instalaciones y en el año 2008 se abrieron al
público las instalaciones antiguas (El Gran Hotel Las Caldas, el Balneario
Real, etc.), en mayo de 2010 se inauguró el Hotel Enclave y en junio de 2011 las instalaciones
del Aquaxana.
Seguidamente os quiero detallar, muy someramente,
lo que más me ha impresionado del lugar:
El salón
de los espejos -antiguo salón de baile-, es el lugar en donde se toma el desayuno, tipo buffet,
una auténtica joya de la época, que
conserva su aspecto original.
Mención especial merece el desayuno buffet, los camareros te sirven café, te, o cualquier otra
cosa que pidas, y zumo de naranja natural recién exprimido y, si te ven la taza o el vaso vacío te preguntan amablemente si quieres repetir. En un
salón contiguo esta el buffet, con un surtido completísimo de todo tipo de
productos, frutas, dulces, salados, zumos, etc. etc. todos ellos de una calidad
impecable.


Ante tal visión, decidí dejar mi régimen de lado y me tomé dos tostadas, una con una base de tomate rallado, con jamón ibérico encima y un chorrito de buen aceite de oliva virgen y la segunda tostada con salmón ahumado y unos trocitos de queso blanco tipo Burgos y, para terminar, un surtido de frutas troceadas, piña natural, melón, sandia y uvas, además de un te con leche y un zumo de naranja.
Restaurante Viator.
Almorzamos allí el segundo día, la verdad es después del desayuno que habíamos tomado no teníamos mucho apetito, por
lo que solamente pedimos un plato combinado del menú Scanda y el postre. El camarero que nos atendió, un joven llamado
Maurizio, lo hizo de forma muy profesional y amable. La decoración del comedor,
siguiendo la pauta del lugar, exquisita.
La
iglesia de San Juan de Priorio. Este templo no forma parte del complejo, pero
esta tan cerca que forma parte del paisaje, su espadaña asoma tras el muro que
delimita el jardín del hotel. Destaca
la portada, con un Pantocrátor esculpido. Cristo, sentado en
el trono, como soberano del mundo, imparte la bendición con los dedos índice,
medio y pulgar.
El bar ingles y la sala
de juegos. Dos salones separados por una zona intermedia en la que destaca una
gran escalera de madera y que se comunica
con el otro edificio a través de la pasarela sobre la carretera, singular emblema de todo este complejo. Ambos salones, uno a
cada lado de esta zona intermedia, están situados en la primera planta del
edificio original, en la zona que forma
el medio ovalo.
Los salones están decorados con cómodos y amplios sillones y sofás, tapizados con telas claras y lo que llama la atención, impecablemente mantenidos, que destacan sobre una moqueta en rojo, mesas accesorias. En el bar inglés además podemos disfrutar de una biblioteca, barra de bar, piano de cola, lámparas de mesa. La sala de juegos, cuenta con una televisión de gran pantalla, sofás, sillones, mesas accesorias y por supuesto varias mesas adecuadas para juegos de cartas, ajedrez, etc.
![]() |
Sala de Juegos |
![]() |
Bar Inglés |
La Cupula, en el Aquaxana,
es un lugar que impresiona por varias cosas,
primero por la temperatura del agua, a 34º, después por sus imponentes medidas,
y también por el espectáculo de luz, agua y sonido que, curiosamente termina, como
no, con el “Asturias patria querida” y que vale la pena ver, bien desde la
propia piscina o bien desde el mirador.
El Balneario Real espacio ubicado en el edificio
original de la antigua casa de baños, es la zona en la que se puede ver la
cueva por la que mana la fuente que da lugar al manantial. Reúne piscinas de
contrastes calientes, frías y templadas, piscinas de relajación, termas de vapor
y secas, camas de burbujas, etc. etc.
Los
Jardines.
Se accede a ellos desde el Hotel Enclave. Como tuvimos la gran
suerte de tener un tiempo esplendido, pudimos disfrutar de varios paseos
por los jardines románticos, descansar
en sus rincones y contemplar tranquilamente las fuentes, edificaciones (un
horreo y una "torre observatorio" que están rehabilitando) y disfrutar del
espectacular paisaje natural que los rodea.
![]() |
El horreo y al fondo la torre observatorio |
En las proximidades del balneario se encuentra el campo de golf Las Caldas, de
18 hoyos, inaugurado en el año 2000.
Fuera del complejo, en las casas cercanas,
encontramos dos pequeños restaurantes, en los que se puede comer o cenar con
menús para todos los bolsillos (por 9€) bastante bien, también estuvimos en el
Bar Jardín las Caldas (que no esta en el Hotel) un lugar muy agradable, con una terraza en la parte de atrás, para
pasar un buen rato y en el que se pueden tomar pinchos y tapas.


Localización
Las Caldas Villa Termal está situada a 8 Km. del centro de Oviedo y a menos de 30 minutos, en coche, de Aviles y Gijón.
La mejor forma de acceder es por la autopista A63 Oviedo-Grado-La Espina
hasta la salida 4. Después, hay que tomar la carretera nacional N634 hacia Sograndio.
El desvío hacia Las Caldas llega al cabo de 1 km.
Desde el centro de Oviedo, en la calle Uria,
se puede coger un autobús urbano, la línea 3, que te deja en la puerta del
hotel. Lo que permite disfrutar de la
oferta cultural, social, y gastronómica de una de las ciudades más bellas de
España.
Dirección: Las Caldas, s/n.
33174 Oviedo (Asturias)
Teléfono: 985 79 87 87 – Fax: 985 79 83 39
E-mail: info@lascaldas.com; reservas@lascaldas.com
Página Web: www.lascaldas.com
Coordenadas GPS: N 43º19’55” – W 5º55’27”
En resumen, un regalazo, que nos ha proporcionado una experiencia que merece
la pena vivirse, al menos una vez en la vida.
Las fotos apaisadas, que no llevan el nombre de mi blog las he tomado de la página web del Hotel