El
pasado jueves, tempranito sonó el timbre del portero automático, era el cartero
(por cierto, que curioso, me acabo de dar cuenta de que me persiguen los
carteros que empiezan su jornada por donde yo vivo, para despertarme…) y era
para decirme que tenía un paquete que no cabía en el buzón. Asi que, muy amablemente, mientras me ponía las
gafas, algo de ropa encima y me peinaba,
me subió el paquete. Efectivamente el pobre
cartero tenía toda la razón del mundo,¡vaya paquete!. Yo nerviosita
perdida me dispuse a abrirlo y, aunque no tenía ninguna duda al respecto, allí
estaba mi regalo de San Jordi.
La
novela me la enviaba Almudena, del blog
“los libros de Almu”, se trata de un ejemplar de “En el país de la nube blanca”
de Sarah Lark
No
conocía nada de esta novela, por lo que la primera sorpresa fue ver el tamaño, ¡¡¡
la novela tiene 746 páginas!!! Y a mí me
encantan las novelas “con fundamento” que diría Argiñano.
La
siguiente sorpresa fue su portada.
Actualmente,
llevo dos meses viviendo en Oviedo, para seguir un tratamiento médico, aunque, afortunadamente, en una semana regreso
a mi Ribadeo, un precioso pueblo en la mariña lucense y, cuando vi la portada
me recordó a la playa de las catedrales, que emoción!!!! Os pongo una foto, que
he cogido de Internet, pues aquí no tengo mis fotos, para que veáis el
parecido, aunque como se ve de verdad es visitándola, todo un espectáculo que
aprovecho para recomendaros.
De
la novela no os puedo decir nada, pues desgraciadamente sólo he podido leer las
primeras páginas, pero espero que esta sea otra buena sorpresa además de las
anteriores.
Por
otro lado, el miércoles anterior, yo envíe a Meg, el libro que había
seleccionado “La historia del loco” y también la rosa, que pinté en un marca páginas. Lo hice con todo mi cariño, aunque con las prisas por
el traslado a Oviedo no quedé muy contenta con el resultado, espero que tanto
la novela, como el marca páginas le gusten a Meg.
Ahora
quiero darle las gracias a Almudena, por el cariño que ha puesto al enviarme la
novela y la rosa (un práctico marca
páginas, aunque cuando lo miro los ojos me hacen chirivitas…), y que desde ahora estarán, en un lugar
preferente entre las cosas buenas que siempre gusta recordar.
Y
también, como no, quiero darle las gracias a Kayena, que se mete en todos los
charcos y que no le asusta nada, porque ha
demostrado una gran capacidad de organización y muchas ganas de hacernos
disfrutar con sus originales iniciativas.